Un brindis por Georgia (y 2)

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Si en el primer artículo de nuestro viaje a Tblisi (Georgia) hablábamos del futuro de este país en el baloncesto, en esta segunda parte lo haremos básicamente de dos visitas con sendas entrevistas que tuvimos la oportunidad de tener en la capital georgiana.
En primer lugar de cómo se vive un partido ACB en casa de un jugador de la liga, a miles de kilómetros de distancia, y con la ayuda de internet (jornada virtual incluida), y en segundo lugar de cómo es una entrevista con un presidente de un club de Georgia, que además dirige una cadena de radio, otra de televisión y es “dueño” de una de las firmes promesas del baloncesto de su país, Giorgi Shermadini.
En el primer caso, vivimos el partido entre Fuenlabrada y Menorca en casa de Nikoloz Tskitishvili, junto a su madre Guliko y su entrenador desde que empezó a jugar a baloncesto, Vazha, mientras que en el segundo caso nos estamos refiriendo a una charla con Jamlet Khukashvili, presidente del Maccabi Tblisi.

La jornada virtual en casa de Nikoloz

La madre de Nikoloz Tskitishvili, Guliko, no tiene equipo en el Supermanager, pero desde que su hijo fichó por el Alta Gestión Fuenlabrada se ha convertido en una asidua de la jornada virtual de
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Ante el Menorca, Nikoloz se cargó rápidamente con dos faltas que por supuesto no fueron bien recibidas en Tblisi. Guliko vivió con Nikoloz en su primer año en Denver, para estar junto a su hijo en el inicio de la aventura americana, pero luego ya sabe lo que es vivir el baloncesto desde la distancia. “El primer año en la NBA fue probablemente la mejor experiencia de la carrera de mi hijo. Luego tuvo algún problema de lesiones y poco a poco fue teniendo menos minutos, pero del primer año guardo un recuerdo muy bueno”, según la madre del jugador.
La casa de “Skita” está llena de recuerdos de su paso por la NBA y en ella pasa sus estancias en Tblisi. Nos cuenta Guliko que el día 26 de junio de 2002 no esperaban que Nikoloz saliera tan arriba en el draft. Fue el draft en que Houston Rockets escogió a Yao Ming como número 1, y tras Jay Williams, Mike Dunleavy Jr y Drew Gooden apareció Nikoloz Tskitishvili por Denver Nuggets, y procedente de Benetton Treviso. Más atrás aparecieron otros europeos como Bostjan Nachbar (Eslovenia), Jiri Welsch (República Checa), Nenad Krstic (Serbia), Robert Archibald (Escocia), Dan Gadzuric (Holanda), Milos Vujanic (Serbia), Mario Kasun (Croacia), Peter Fehse (Alemania), Darius Songaila (Lituania), Mladen Sekularac (Serbia) y los argentinos Federico Kammerichs y Luis Scola, el brasileño Nené Hilario, el australiano David Andersen así como el ahora de nuevo azulgrana Juan Carlos Navarro.
Según su madre, Guliko: “Aquello fue increible. Realmente todo fue muy rápido, desde que Skita empezó a jugar a baloncesto hasta que le llegó la oportunidad de ir a la NBA”. Su entrenador, Vazha, nos lo explica: “Hace unos diez años, cuando Nikoloz apenas tenía 15 años, apareció por el pabellón junto a su madre. Tras dos meses entrenando con él, enseguida ves que tiene algo especial. Apenas cuatro años después, era drafteado como número 5 del draft. Fue alucinante”.
Y es que la historia de Nikoloz Tskitishvili, que fue detallada hace unos años en un magnífico reportaje de Quique Peinado para Gigantes, se resume en que hasta los 15 años su pasión era el baile nacional de Georgia, del que es un gran experto y podríamos calificar como gran bailarín. Quizá la facilidad que tuvo para mover los pies en ese baile nacional (si ponéis “georgian national ballet” en youtube podréis ver el tipo de ballet del que hablamos) fue también luego clave en su aprendizaje para el baloncesto. Luego está el tema de su altura. Empezó a jugar a baloncesto de base con 1’85 con 15 años y se fue al Slovan Ljubljana con 17 años midiendo ya 2’08. Esos 23 centímetros extras y la posibilidad que tuvo de jugar de base durante sus inicios (curiosamente como Pau Gasol cuando éste era infantil en el CB Cornellà), hicieron el resto.
El padre de Nikoloz falleció cuando él contaba con dos años y es evidente que eso también marcó su infancia, aunque como detalla Guliko “hemos vivido grandes experiencias gracias al baloncesto. Mi otro hijo estudia ahora en Estados Unidos y cuando Nikoloz fue a Ljubljana, el presidente del club nos convenció para que todos fuéramos con él. Fue una experiencia muy bonita y Ljubljana es una ciudad preciosa. A partir de ahí, como decía antes, todo fue muy rápido”.
Si le preguntamos por presente y futuro, Guliko tiene palabras de agradecimiento y esperanza: “Recuerdo que dos meses después de entrenar con Vazha, él nos dijo que Nikoloz jugaría un día en la NBA. Entonces pensé que no sabía lo que decía. Luego ya ví que no. En cuanto al futuro, sólo espero que mi hijo sea feliz y haga feliz a su equipo, claro”.


En el despacho de Jamlet Khukhashvili
Cuando alguien en el mismo momento, y casi espacio, es presidente de un club de baloncesto, el Maccabi Tblisi; director de una cadena de radio (la “Ja-ko” Radio habla las 24 horas sobre deporte) y director del departamento de deportes de la TV Georgia; es que debe tener algo especial.
Su tarjeta posee hasta cinco cargos distintos y además es el mentor y “dueño” de una de las futuras promesas del baloncesto europeo, Giorgi Shermadini, un 2’16 del que hace unas semanas también habló
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El despacho de Jamlet como presidente del Maccabi Tblisi se encuentra en el propio Sport Palace de la capital, que como explicamos en el primer artículo acoge muchos de los partidos de la máxima división del baloncesto del país.
Allí pudimos comprobar que él es también el máximo fan de Shermadini. “Empezó a jugar a baloncesto a los 16 años y ya entonces les decía a todos que él sería una gran estrella. Entonces poca gente me creyó y ahora ya es demasiado tarde para ficharlo”, nos decía Khukhasvili, con la confianza que da que el jugador acababa de firmar cuatro años por Panathinaikos hacía sólo unos días.
Jamlet es una persona peculiar. Nos regaló un bolígrafo, copia del que según él había utilizado Shermadini para firmar su contrato por Panathinaikos. Al ver el bolígrafo, de la medida de un Din-A4 (como podéis comprobar en las imágenes adjuntas), pensamos que nos estaba vacilando. Luego comprobamos que no, que efectivamente Shermadini firmó el contrato con ese objeto. “Para firmar un gran contrato, es necesario también un gran bolígrafo”, así lo explica Jamlet con una sonrisa burlona. Cuanto menos, tuvo que ser curiosa la escena en Atenas.
Tras mostrarnos algunos vídeos de Shermadini en los training camps de Portland Trail Blazers, Jamlet nos explicó por qué ahora el jugador no está en la NBA: “No nos garantizaban un puesto alto en el draft y ante esto decidimos que lo mejor era presentarse a éste en otra ocasión”. Sin duda, Panathinaikos le ofrecía un contrato más suculento que el que podía conseguir al salir como segunda ronda del draft.
Y poco más podemos contar de una reunión en el que tuvimos la oportunidad de probar el café de Shermadini (porque así nos lo presentó Jamlet, y porque en su despacho todo está enfocado hacia este jugador). El tiempo dará o quitará razones acerca de si esta promesa será una gran estrella. De momento, el Maccabi Tblisi ya tiene el honor de decir que ha formado a todo un jugador del Panathinaikos en apenas 3 años. ¿Quién será el siguiente georgiano en llegar a la NBA? Jamlet lo tiene claro…
Por nuestra parte nos despedimos de Tblisi, una ciudad llena de hospitalidad, con la ilusión de volver algún día allí y poder comprobar que Georgia se ha convertido en una potencia del baloncesto europeo. Altura les podemos asegurar que no les falta. El cuándo es la cuestión.

Un brindis por Georgia (parte 1)

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La siempre interesante wikipedia nos ha permitido descubrir que a los georgianos antiguamente se les llamaba “iberios”, lo que creaba confusión entre algunos de los estudiosos en la materia, que no entendían el porqué del nombre si Georgia estaba a miles de kilómetros de la Península Ibérica.
Cuatro días en Tblisi (del 7 al 11 de noviembre de 2008) me han permitido descubrir algunas de las razones. Desde que llegué al aeropuerto Novo Alexeyevka de la capital a las 3:35 de la madrugada hora local (allí todos los vuelos comerciales procedentes del oeste de Europa llegan a esas horas intempestivas) y allí estaban esperándome el padre de un jugador, un entrenador y otras personas de su entorno y hasta que me fui, también a horas intempestivas, la percepción es que georgianos y españoles somos más parecidos de lo que en un principio podamos pensar. La gastronomía se convierte en ambos casos en una pieza importantísima de la cultura, el fútbol es el deporte rey también allí, aunque las mayores estrellas las fabrique el baloncesto (Zaza Pachulia, Nikoloz Tskitishvili o la última perla Giorgi Shermadini, que acaba de firmar por Panathinaikos) y en ambos países existe la bonita tradición del brindis. Sin embargo, en Georgia esta tradición la vivimos multiplicada por 20, porque durante cualquier comida o cena, hasta cuatro o cinco brindis era capaz de hacer cada comensal. Por supuesto, el baloncesto y los jugadores georgianos fueron los protagonistas de muchos de ellos. Por tanto, no es de extrañar que algo de georgiano hayamos aprendido en estos días. Tanto como que “brindis” en georgiano se pronuncia “gaumarjos”.

La Superliga, máxima competición
Pero hablemos de lo que nos ocupa, el baloncesto en Tblisi. Siete equipos juegan la Superliga, la máxima división del baloncesto masculino del país. En cuanto al basket femenino, y aunque en otras Repúblicas exsoviéticas éste ha dado muchos éxitos tras la independencia de las mismas, en Georgia no es así. Tuvimos incluso la oportunidad de hablar con la Seleccionadora Absoluta Femenina de Georgia y ya nos comentó que pasarían muchísimos años antes que Georgia tuviera una Selección Femenina de nivel.
No ocurre lo mismo sin embargo en la competición masculina. La Superliga de Georgia podría ser una EBA – LEB Bronce en nuestro país, en cuanto al nivel medio de los jugadores. No obstante, siempre encontramos excepciones. La primera sin duda la del gigante Giorgi Shermadini, que el año pasado jugó con el Maccabi Tblisi, y acaba de firmar cuatro años por Panathinaikos, y la segunda Misha Berishvili, un escolta de 2’03 de 1987 que el día que llegamos a Tblisi acababa de ser escogido en el draft de la NBDL y se irá a Oklahoma hasta abril de 2009. Ya el primer día que aterrizamos a la capital de Georgia tuvimos la oportunidad de ver entrenamientos de algunos de los mejores jugadores jóvenes del país. Por allí andaban los padres de Konstantine Tomaradze, Beqa Chikviladze, Giorgi Sharabidze o Tornike Shengelia, todos ellos en España. Viendo a los padres entendemos por supuesto la altura de los hijos.
Hasta su incorporación a España este mismo año, en un vetusto gimnasio de la ciudad entrenaban jugadores como Nikoloz Tskitishvili (Fuenlabrada) o Beqa Chikviladze (Peixe Galego), a las órdenes de Vazha, su entrenador y mentor desde el primer día. Empezaron a llegar jugadores a la pista, cuya entrada está presidida por una fotografía gigante de “Skita” defendido por Michael Jordan, y gran parte de ellos superaban los 2 metros. El baloncesto georgiano, a poco que sus estrellas vayan poblando las ligas europeas y norteamericanas, irá creciendo también. En su liga, la Superliga, prácticamente todos los partidos se juegan en domingo. Y la mayoría de ellos se disputan en el mismo pabellón. El domingo que estuvimos en Tblisi pudimos comprobar que el Sport Palace de la capital, un majestuoso pabellón, herencia de la época comunista y con capacidad para 10.000 espectadores, acogía hasta 3 partidos seguidos de la máxima división del país (a las 14h, a las 16h y a las 18h ante poco más de 300 personas).


El sueño georgiano
Para los jugadores de baloncesto georgiano, su sueño es poder dedicarse profesionalmente a esto. Y para ello, USA y España son sus prioridades si pueden elegir destino. Tuvimos la oportunidad de charlar con algunos de los jugadores jóvenes más destacados de la Superliga, como el propio Berishvili, y no dudaban en afirmar que si no tienen la oportunidad de jugar en la NBA, estar en España es su meta. Mención aparte merece el hecho de que jugadores consagrados en la máxima división del país, e incluso otros como el propio “Skita”, no tengan reparos en entrenar junto a jugadores júniors cuando están en Tblisi, permitiéndole a estos vivir más de cerca el sueño del baloncesto profesional. Atleticismo y un tiro más que correcto son las principales características de las futuras promesas. Suponemos que si a esto algún día le sumamos la competitividad de otras competiciones, jugadores como Nika Metreveli (ahora en Siena) empezarán a ser también piezas fundamentales en el baloncesto europeo.

Futuras estrellas y segunda parte del artículo
A partir de la edad júnior, es complicado valorar quiénes serán las futuras estrellas del país, pues como decimos son bastantes los jugadores que superan los dos metros. Podríamos repasar aquellos que ya continúan su progresión fuera de su hogar, como los “españoles” Giorgi Sharabidze y Tornike Shengelia (Pamesa “B”), Grigol Shvangiradze (Tenerife), Beqa Chikviladze (Peixe Galego) o Konstantine Tomaradze (UB Sabadell), o el “italiano” Nika Metreveli (Siena), que fue MVP del European Without Borders de 2007, donde se reúnen las mejores promesas europeas del momento. Lo que sí podemos adelantar es que en la segunda parte de este artículo hablaremos de la visita que hicimos a la casa en Tblisi de Nikoloz Tskitishvili, donde pudimos seguir online a través de
www.acb.com las estadísticas del partido entre Fuenlabrada y Menorca junto a su madre, Guliko, y su descubridor y entrenador en Georgia, Vazha; así como una curiosa y entretenida reunión que tuvimos con el presidente del Maccabi Tblisi y “propietario” de Giorgi Shermadini, Jamlet Khukhasvili. Hablaremos de eso y de la profunda devoción religiosa que sienten los georgianos, en su mayoría ortodoxos, y que hace que se santigüen cada vez que pasan por delante de una iglesia (y podemos asegurar que el número de éstas en la ciudad es muy elevado), incluso cuando van conduciendo. Porque aunque el baloncesto se vive con pasión en Georgia, es evidente que no todo el artículo va a ser baloncesto. ¿O sí?

Debrecen, el otro Europeo Júnior


Como ya hicimos el año pasado, Regeneracom Sports repitió presencia en Europeos de División “B”. En esta ocasión, viajamos hasta Debrecen, una ciudad a más de 200 km de Budapest, y que en 1848 llegó a ser capital de Hungría. Desde entonces, no obstante, estos 160 años han servido para que Budapest se convierta en una ciudad cosmopolita y Debrecen sea sede de un Europeo U18 de División “B”, cosa nada fácil por otra parte. Organizar un acontecimiento de estas características significa alojar a 20 equipos y coordinar todo lo que eso conlleva. Debrecen ahí estuvo bien. El campus universitario, un moderno complejo construido hace apenas tres años, sirvió de hotel para los participantes, mientras que dos pabellones, el Hodos Imre Sports Hall y el Olah Gabor Sports Hall acogieron la competición. A menos de tres minutos caminando cada uno de ellos del campus, fue todo un lujo poder seguir los partidos del fin de semana final sin apenas coger el coche. Eso para los participantes y familiares claro, porque nosotros, desde el desconocimiento de la gran dificultad que supone encontrar los pabellones en Debrecen, nos fuimos a un hotel de las afueras. Ahí no estuvimos bien, porque por mucho que nos vendieran que aquello era un cuatro estrellas, nosotros sólo las vimos en la pegatina de la entrada. Curioso el tema de las estrellas en los hoteles. ¿Hay alguna normativa europea para otorgar estrellas o cada país va por libre?


Antonio Traba, director deportivo y gerente de Peixe Galego (un equipo de Liga EBA del grupo A), y Reyes Navarro (que difícil es explicar a la novia que también se pueden pasar unas minivacaciones viendo partidos de baloncesto en Hungría. Gracias por entenderlo), nos acompañaron en el viaje, y comprobaron que Hungría no es sólo Budapest, que por otra parte aquel fin de semana acogió el Gran Premio de Fórmula 1 con Fernando Alonso y compañía como estrellas. Curiosa la escena de la vuelta en el avión del lunes hacia Barcelona, donde el 95% de los pasajeros venían de la F1, incluidos los periodistas de TV3, y nosotros del Europeo U18 División “B”. A la pregunta de un compañero de viaje, que estaba al lado, de si veníamos de la F1, lo miré con incredulidad, pues aquel fin de semana lo importante en Hungría no era eso. ¿Acaso no sabía él que Debrecen había acogido el Europeo U18 División B?


Ironías aparte, cuando le enseñé un vídeo de Debrecen comprendió que no le estaba vacilando. No hablaremos en este texto de los jugadores de Regeneracom Sports que estuvieron allí, los que ya forman parte y los que se incorporarán en las próximas semanas o meses, pero sí lo haremos de aquellos dos que para nosotros tienen una proyección más clara. No son nuestros, pero son cracks, sea quien sea quien los represente.


Ambos ya han fichado por equipos de primer nivel, Partizan de Belgrado y Montepaschi Siena, y nacidos en 1990 y 1991, respectivamente, tienen una carrera por delante espectacular. El primero, Jan Vesely, ala-pívot de 1990 de la República Checa que jugará en Partizan, y el segundo Nika Metreveli, ala-pívot de 1991 de Georgia que jugará en Montepaschi. Vesely rubricó una muy buena actuación individual con un segundo puesto de su selección, que le llevó al ascenso a la División “A”, mientras que Metreveli, en cambio, estuvo más discreto, de la misma manera que su equipo, Georgia, que acabó 13º, a pesar de contar con varios jugadores que ya han sido importantes en España en categoría júnior.


Al contrario que el año anterior en Skopje (Macedonia), donde se jugó el Europeo U16, no hubo en esta ocasión una cenicienta como Armenia. Sí es cierto que Irlanda cerró el torneo, pero ni mucho menos con los resultados protagonizados por los armenios un año antes en el U16 “B”. Aunque cabe felicitar a Eslovenia y República Checa, por supuesto, creemos que su nivel ya este año era de División “A” claramente, a pesar de la ausencia por lesión de David Jelinek (DKV Joventut) con los checos. Si hablamos de decepciones, no obstante, nos encontramos algunas. Empezaremos por Montenegro, de nuevo con un equipo muy potente, siendo capaces incluso de derrotar a los checos y desinflándose al final para acabar décimos. La de Georgia ya la hemos comentado, pero la volvemos a recordar porque no entendemos, después de mirar la plantilla varias veces, cómo pudo quedar en el puesto 13. Nika Metreveli (ex Varese y próximo Montepaschi Siena), Tornike Shengelia (Pamesa), Beqa Chikviladze (Peixe Galego júnior y EBA), Konstantine Tomaradze (ex FC Barcelona y próximo UB Sabadell en EBA) y Giorgi Sharabidze (Arona) ya son mucho más que ese 13º puesto. Como siempre pasa en estos casos, ¿la culpa? Del entrenador. Si nos lee Mikhail Kobeshavidze espero que entienda la ironía del artículo, o bien que uno de los “españoles” le explique que no siempre la traducción literal es la correcta.


Pero si mal estuvo Georgia, peor lo hizo Bosnia. No entendemos tampoco cómo Bosnia puede ser 15º en un Europeo U18 División “B”, por detrás de países como Dinamarca, Suecia, Austria, Eslovaquia, Finlandia, Rumanía o Bielorrusia. ¿Algo está cambiando en el baloncesto? ¿No era la exYugoslavia una fábrica de jugadores jóvenes? En esta generación entendemos que Eslovenia se los llevaría a todos, aunque apunten estos dos nombres de Bosnia, que no todo van a ser críticas para ellos: Miralem Halilovic y Aldin Majstoric. ¿Un oasis en el desierto? Creemos que no. Más bien el problema de países como Montenegro, Georgia o Bosnia no fue el talento individual, que lo tienen y mucho, sino que afortunadamente el baloncesto es un juego de equipo.


Y con esto, voy finalizando ya este breve artículo de un fin de semana en Debrecen (a no ser que se juegue alguna otra competición no creo que volvamos allí), porque España está a punto de ganar una medalla en esgrima en Pekín. Sí, sí, esgrima. Porque en los Juegos, todos somos capaces de ver esgrima, halterofilia o lo que haga falta. Nos quejamos de que el baloncesto tiene poca presencia en los medios, pero salir una vez cada cuatro años unos minutos por televisión y continuar entrenando 20 horas a la semana….eso sí que tiene mérito. ¡Vamos Pirri! ¡A por la medalla!


PD: Jose Luis Abajo “Pirri” acaba de ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos y acabo de dar un salto del sofá, similar al que di cuando ganamos la Eurocopa. ¡Viva la esgrima!

Aventuras en Skopje (II)


En torneos como el Europeo Cadete masculino B que se disputó del 20 al 29 de julio es cuando uno se da cuenta de que sabe mucho menos de baloncesto de lo que creía. Después de ver las dos primeras jornadas, tenía claro que el gran favorito para ganar el Europeo y subir a la división A era Montenegro, por talento, por físico y por baloncesto en definitiva. Ganaron sus tres primeros partidos, contra Finlandia (97-66), Alemania (96-65) y Rumanía (106-50), con aplastante superioridad, y le precedía un resultado que visto tras el devenir del Europeo Cadete A aún concedía más crédito a esta selección. En partido amistoso, sólo perdieron por tres puntos contra la campeona A, Serbia (81-84). Y eso sin las que deberían ser sus dos grandes estrellas, Nikola Mirotic y Nikola Rakocevic, ambos nacidos en el 91 y pertenecientes al Real Madrid, que no jugaron con Montenegro el Europeo y veremos por qué selección se deciden en un futuro.Derrota sin fotosLlegó, sin embargo, el primer día D y hora H para Montenegro, y perdieron. Y lo hicieron contra una Suecia con mucho coraje (81-71), un base que se parecía a Tony Parker (sobre todo en los rasgos faciales) y un tal Alexander Lindqvist que desde sus dos metros puso contra las cuerdas a los montenegrinos. Y tan confiados estaban los balcánicos de que aquel torneo era suyo que no supieron digerir la derrota. Protestas a los árbitros (aunque ahí es justo decir que el entrenador sueco no se quedó atrás) y la policía macedonia haciendo acto de presencia al final del encuentro para proteger a los colegiados de los exaltados aficionados montenegrinos. Sobre todo de uno, suponemos que padre de un jugador, que a punto estuvo ya de saltar a la pista durante el encuentro.Pero Montenegro era mucho más que baloncesto. Tuvimos la suerte, o no, de conocer a uno de los padres de la selección. Sin mediar palabra, nos dio su tarjeta de quiromasajista y en la entrada del pabellón nos explicó por qué es importante retorcer las muñecas hasta no poder más. Luego, en la grada, veíamos que también aplicó técnicas realmente extrañas sobre otros incautos como nosotros. Si alguno quiere sus datos para conocer las técnicas de quiromasaje montenegrinas no tiene más que comentarlo y en poco tiempo suponemos que tendrá noticias de él. Nuestras explicaciones de que era poco efectivo que nos diera su tarjeta y mostrara sus técnicas, porque estábamos a cientos de kilómetros, sirvieron de poco.


Afortunadamente, lo conocimos tras una victoria, con lo que aparentemente estaba de buen humor.Quién no parecía de tan buen humor era el personal de la organización del Europeo cuando veía aparecer una cámara de vídeo o fotografía por el pabellón. FIBA Europe ha impuesto como norma que no se puede grabar durante los partidos (decisión lógica por una parte y mercantilista por otra, pues evidentemente después de los partidos se pueden comprar los DVD’s de éstos, por un módico precio de 15€, que se convierten en un importe habitual para España, pero prohibitivo para países como Bulgaria, Montenegro o la propia Macedonia). Aún así, lo que no logramos entender es que tampoco se pudieran hacer fotografías. Desde la organización no había un fotógrafo oficial en Skopje y de ahí que, tras la afortunada foto del marcador del primer artículo, no podamos ilustrar este texto con más imágenes, de juego o del interior de los pabellones. Esperemos que el ejemplo no cunda entre nuestras competiciones, porque con fotos (equipo de Armenia, padre montenegrino, quiromasajista montenegrino, inauguración del torneo con baile típico macedonio) este artículo ganaría mucho.

No hemos hablado de nuestro viaje anterior antes de llegar a Skopje, pero nos conviene citar que antes de llegar a Macedonia estuvimos en Sofía en el Europeo Sub 20 Femenino. Y lo hacemos básicamente porque la foto que aparece junto a este texto es de allí. Sin duda, una imagen impactante que deja bien claro que no se permiten entrar pistolas a un pabellón de baloncesto de Sofía. Y luego decían que “Spain is different”...queda claro que Bulgaria is “very different”.Caras conocidas en SkopjeOtra de las anécdotas que nos quedan del viaje, entre muchas otras, es el paso de la frontera búlgaro-macedonia en la ida de Sofía hacia Skopje. Hasta cuatro veces piden los pasaportes y dos veces más te hacen bajar del autocar, para un total de seis horas de viaje para hacer apenas 250km. Tuvimos suerte, no obstante, pues cuando ya veíamos que registraban minuciosamente todas las maletas desarreglando todo aquello que tanto cuesta ordenar, hábilmente Lluís Túnez sacó la acreditación del Europeo de Sofía. Y ahí se ve la importancia de ser los actuales campeones del Mundo de baloncesto. Porque no sólo ponía en nuestro pasaporte que éramos españoles, sino que además aparecía un journalist y un cameraman por aquellas acreditaciones. Aquello suponemos que le gustó al policía fronterizo, pues fuimos los únicos pasajeros a los que no nos abrió (destrozó) la maleta. ¡Confirmado que el título de Periodismo sirve para algo! Por cierto, que como habréis leido, en una de nuestras acreditaciones ponía cameraman, que suponemos que en macedonio debe significar algo diferente, pues de fotos nada de nada.Y antes de volver propiamente al baloncesto y los resultados, cabe decir en favor otra vez del basket español que por Skopje vimos a Juan Pedro Cazorla y Patricio Reynés, scouts del TAU Cerámica y del ViveMenorca, entre otros. Bien por ellos, porque seguramente nos permitirán ver a alguna de las estrellas de estos torneos en un futuro no muy lejano. ¿Macedonios en España?Inglaterra, el siguiente verdugo de MontenegroY aunque el día 24 de julio ya volvimos a Barcelona, era evidente que debíamos seguir el torneo hasta su finalización, al menos de manera online. Montenegro se recuperó de aquella dolorosa derrota contra Suecia, y vapuleó de nuevo a Noruega (103-60) y a Bosnia (87-54).


Había escrito ya la primera parte de estas aventuras en Skopje y aquellas victorias me hicieron sentir bien. Daba como favorita a Montenegro y la selección del padre quiromasajista no estaba defraudando. Pero llegó el segundo día D y hora H, y Montenegro volvió a perder. Esta vez contra Inglaterra por 64-61, y se quedó fuera de semifinales. Increíble, pero cierto. Y tras ganar con muchísimos problemas a Chipre, volverían a caer, esta vez contra Bosnia (la misma a la que habían derrotado con contundencia días antes). Sextos de un Europeo B que debía ser suyo. O eso creíamos.Del campeón, Polonia, poco que decir. Equipo muy compensado con un buen base, Sebastian Szymanski, que perfectamente podría haber quedado séptimo u octavo, y no hubiera pasado nada. Pero ganó, y eso es lo que cuenta, y lo que saldrá en las estadísticas. La selección que finalmente se llevó el trofeo fair play del torneo, Armenia, acabó, como no, 21ª y última del Europeo, pero en ningún partido volvió a recibir un marcador tan escandaloso como contra Bosnia (237-26). Perdió rozando los 100 puntos de desventaja, por arriba o por abajo, en todos los encuentros, y se fue con una de las particularidades más asombrosas. El presidente de la Federación de Baloncesto de Armenia, Hrtatchya Rostomyan, estuvo en Skopje, cosa que evidentemente no debe extrañar. Ahora bien, la sorpresa vino cuando descubrimos que este doctor de 26 años era el árbitro que representaba a su país en el Europeo. Árbitro, doctor y presidente. ¿Quién da más? Giorgos Vassilakopoulos, presidente de FIBA Europe, ya avisó en declaraciones publicadas en fibaeurope.com en noviembre de 2006: “Con la ayuda del gobierno y de FIBA Europa, confío en que Armenia dará grandes y drásticos pasos hacia mejorar su nivel de baloncesto en un futuro muy cercano”. De momento, tienen un presidente multifuncional, que no es poco, y se ganaron el cariño de los aficionados de Skopje. ¿También el de los lectores de ACB.COM?

Aventuras en Skopje (I)


Del 20 al 29 de julio de 2007 se está disputando en Skopje (Macedonia) el Europeo Cadete masculino División “B”. Junto a Lluís Túnez, entrenador ayudante del Femení Sant Adrià de Liga Femenina 2, pudimos comprobar las evoluciones de la otra Europa baloncestística, aunque allí también estaban equipos como Alemania (por nombre) o Montenegro (por talento) que perfectamente podríamos encontrar en la División “A”. Y decimos Alemania sólo por nombre, porque en el momento de escribir este artículo habían perdido dos de los tres partidos disputados y ya no tenían opciones de acceder a la fase por el título.Veníamos de estar dos días en Sofía, con lo que la realidad de Skopje no nos cogió por sorpresa, pues Macedonia vive una situación complicada a nivel económico y social.


El primer día tuvimos la oportunidad de charlar con un periodista autóctono, Blasko Veljanovski, y nos reconocía que para ellos España es un sueño. Luego, con el paso de los días, comprobamos que el carácter afable aquel locutor de radio no es habitual en Македонија, aunque también es justo decir que dentro la organización había gente como uno de los responsables de prensa, Alexksandar Gizharovski, que nos ayudó en todo lo que pudo y habla hasta cinco idiomas, y aunque el español no estaba entre ellos, estamos seguros de que en poco tiempo será capaz de leer este artículo. Y siguiendo con el tema de las lenguas, hemos escrito Macedonia en cirílico porque así es como se ve todo en Skopje: con dificultad. Y no sólo porque el alfabeto y el idioma sean totalmente distintos, sino porque la realidad social de la ciudad demuestra que sus gentes viven todavía un período de transición después de la independencia de principios de los 90.Un resultado histórico y triste para el baloncesto: 236-27Hablemos no obstante de baloncesto, porque nuestro primer partido en Skopje fue en el Gradski Park, un pabellón descuidado en el que se superan con facilidad los 40 grados y que, a modo de curiosidad, tiene una única letrina por lavabo. Allí jugaban Bosnia y Armenia.




Llegamos al descanso y el resultado ya era espectacular: 116-13. Evidentemente, desconocíamos el nivel de Armenia, aunque el tercer y último cuarto nos permitió comprobar alguna de las causas de aquel resultado. Armenia ha venido a Skopje con seis cadetes de primer año, tres infantiles y tres preinfantiles (el número 5, Mikayel Ghazaryan podría pasar en España perfectamente por un premini). Aún así, es complicado entender que este equipo juegue la División “B”, pues estamos convencidos que en la División “C”, valorando por ejemplo el nivel de Andorra, también hubiera recibido resultados contrarios contundentes. El 236-27 final tiene, no obstante, más justificaciones. Bosnia realizó una presión con 2 contra 1 continúos en toda la pista, con especial interés en robar el balón cuanto antes, con lo que en el 90% de los ataques los armenios no llegaban siquiera a la línea de tiros libres de su propio campo. De la misma manera que es complicado entender que Armenia esté jugando este Europeo, también lo es que el entrenador de Bosnia creyese conveniente que el primordial objetivo de su equipo en aquel partido era robar la pelota, más que defender, y más cuando al día siguiente tenían un encuentro muy importante contra Inglaterra que, por cierto, acabaron perdiendo. Es evidente que Bosnia estaba en competición y debía ir a por todas, pero preparar un partido contra posiblemente tu máximo rival robando balones y haciendo bandejas no parece la mejor opción. Si el encuentro debía servir como entrenamiento, había soluciones mucho más imaginativas y, por poner un ejemplo, Bosnia contra Armenia no jugó más de cinco posesiones en estático.


Al día siguiente, contra Ryan Richards y compañía (sin ser la compañía nada del otro mundo), Bosnia comprobó que ya no era tan fácil robar balones y acabó cayendo por 79-65.Volvamos, no obstante, a Armenia, porque habrá que ver cómo evoluciona el baloncesto en este país. Según datos de fibaeurope.com, en 1997 fue la última vez que jugaron un Europeo U16 masculino, entonces la Qualifying Round. Y allí sí con cadetes de segundo año llegaron a ganar a Rumanía y perdieron, pero con dignidad y por menos de veinte puntos contra Israel, Chipre y Yugoslavia. Al día siguiente, el 21 de julio de 2007, los armenios, que entraban a pista en ese momento, saludaban y aplaudían a los ingleses, que acababan de ganar a Bosnia. Quizá dentro de tres años, cuando los preinfantiles armenios sean cadetes, las cosas sean muy distintas. ¿Podremos ver la revancha de Armenia entonces? Deberemos esperar al 2010 para comprobarlo.

Buscando aventuras, buscando talento

Para los que nos gusta el baloncesto, un día de verano es mucho más que playa y terrazas. De ahí que estemos en Sofía (Bulgaria), tanto un servidor como Lluís Túnez, entrenador ayudante del Femení Sant Adrià de Liga Femenina 2, siguiendo el Europeo U20 femenino, y después nos vayamos a Skopje (Macedonia), a ver un poco de ese basket menos conocido, el Europeo U16 masculino División “B”. Pongamos que hoy es miércoles 18 de julio de 2007. Es nuestro primer día en Sofía y lo que ya intuimos el martes por la noche se confirma. Los búlgaros no tienen mucha intención de hablar inglés, o al menos un gran porcentaje del que hemos conocido hasta el momento. Y eso que no pedimos mucho, pues el inglés que expreso es más bien “indio”, pero ante la respuesta “Do you speak english?”, aparece un rotundo y serio “No” en las caras de los ciudadanos de Sofía. Parece que estén enfadados.

Quizá el 18 de julio es un día complicado en tierras búlgaras (aunque al día siguiente comprobamos que también siguen con el mismo carácter).Bulgaria es un país de contrastes. Edificios antiguos, pabellones descuidados, calles con muchos desperfectos, pero ADSL WIFI de alta velocidad en la habitación del hotel, pabellones y demás lugares. ¡Pero si esto va más rápido que en España! Es curioso comprobar como en algunos sectores Sofía debe ser una España de los 70 y en cambio en otras áreas tecnológicas tiene un servicio igual o mejor. Sin embargo, el concepto tapa no ha llegado a Sofía. Las terrazas sólo sirven bebidas y para tomar algo acabamos acudiendo a pizzas y hamburguesas. Evidentemente, veo complicado que nos sirvan algo para picar, y menos unas bravas y unos chocos. Quizá un kebab, que es a lo que huelen la mayor parte de cafeterías, pero tampoco. Sólo bebidas. Baratas eso sí (un euro son dos levas y el número que aparece en los precios es similar al de España, con lo que el precio real se reduce a la mitad), pero nada de comer (otro de los grandes problemas en esta ciudad: ¿dónde cómer un menú?)Pero hablemos de baloncesto, porque es evidente que estando en Sofía estos días de muchas más cosas no podemos hablar.El Europeo U20 femenino se juega en dos pabellones. El Universiada y el Hristo Botev. Curiosos los dos e inquietante un cartel que vemos en el primero. Prohibidas las pistolas. Afortunadamente no hay mucha probabilidad de que las haya porque en los partidos apenas hay 30 o 40 personas de público. Pero, cuanto menos, interesante la apreciación de que no se permita la entrada de armas. Luego en la estación de autobuses comprendemos el porqué de la indicación, pues por lo que parece, allí se venden rifles.

Seda Erdogan, escolta de Turquía / Fuente: FIBA EuropeVemos jugar Turquía contra Alemania. La entrenadora alemana hace honor al carácter que se les presupone a los germanos y lanza varias veces su carpeta contra el suelo. No es suficiente, no obstante, para derrotar a una Turquía donde juega Seda Erdogan que, por lo que parece, no es hermana, ni prima, ni familiar ni nada por el estilo del Erdogan que todos conocemos.Letonia y Francia es el siguiente encuentro y, como no, también estamos allí. Nos han hablado muy bien de la letona Aija Putnina, ala-pívot del 88 que juega en la Universidad de Colorado. Pues bien, la vemos diez minutos y no acaba de cumplir las expectativas. Sin embargo, es el principio del partido y suponemos que pronto despertará. Nos equivocamos. No tendrá la oportunidad, porque su entrenadora Maija Kublina la sienta y no la vuelve a sacar, por mucho que Letonia se esté jugando incluso su pase a semis y que por momentos se acerque a cinco puntos a Francia. Otro día será.Si hablamos de entrenadores, no obstante, mención aparte merece el de Ucrania.

Impresionante el entreno que se marcaron por la mañana. El ayudante llego con chanclas y se puso a tirar tiros libres en una canasta (suponemos que debe seguir un plan específico de entrenamiento en el equipo de veteranos ucraniano). En la otra, el primer entrenador explicando a las jugadoras sistemas y demás. Bueno, a las jugadoras no, concretamente a cinco, porque el resto están tiradas por el suelo, charlando y no sé si intuimos que quizá alguna durmiendo. Por lo que nos han explicado, en los partidos no es diferente, y cuando llega el descanso realiza la charla en el vestuario para cinco jugadoras y el resto se quedan en la pista. La teoría del técnico de Ucrania es clara y rotunda: ¿No juegan al basket cinco?El último partido del día es el España – Bélgica. Claramente tenemos a una de las mejores bases del campeonato. Silvia Domínguez se come a la base estrella belga, Carpréaux, que juega en el Dexia y es toda una jugona en el prepartido. Suponemos que en los partidos también, pero contra las españolas nada de nada. Victoria muy clara de España y vamos a cenar. A intentar cenar, al menos. Nos han comentado que hay un restaurante al lado del pabellón en el que no se come mal. Llegamos a las 22:20h (hora búlgara, 21:20h en España) y la cocina está cerrada. Acabamos en un chino, que como en España, siempre están abiertos y son igual de serviciales. Y ahí sí, por fin cenamos, y preparamos ya qué haremos al día siguiente. ¿Ver más baloncesto quizá?

Nota: Finalmente España se proclamó campeona en el Europeo colgándose el Oro y así copando el Europeo.

Milan Macvan, ¿la nueva perla serbia?

La última edición del Memorial Juan del Moral en categoría cadete, disputado en Santa Coloma de Gramenet a principios de septiembre, nos dio a conocer el que puede ser la nueva perla de Serbia y Montenegro después de Nemanja Aleksandrov. Su nombre es Milan Macvan, nació en 1989 y fue escogido mejor jugador del Memorial Juan del Moral, donde su equipo, el KK Reflex Zeleznik, quedó subcampeón después de caer en la final ante el Joventut de Badalona (donde juega otro crack como Ricard Rubio) por 107-100.Macvan es un ala-pívot de 2'03 que en la temporada 2003-2004 fue la principal referencia de su equipo cadete, que se proclamó campeón de Serbia y Montenegro. Aún así, Macvan no jugó el Europeo de Amaliada (Grecia), donde el entrenador Velimir Gasic no convocó ningún jugador de primer año, como era el caso de Macvan, y Serbia no se clasificó para la ronda de cuartos de final, después de perder ante Italia y Lituania en la fase previa.

En categoría cadete Macvan ha protagonizado auténticas exhibiciones en Serbia, con encuentros en los que se acercó a los 40 puntos y 20 rebotes, incluso en aquellos en los que se decidía el equipo campeón. Por eso, incluso siendo aún de primer año fue convocado también con el equipo júnior del KK Reflex, con el que participó por ejemplo en el Torneo Júnior de la Final a Cuatro de la Euroliga, que se disputó en Tel Aviv, en el que, no obstante, no tuvo una actuación destacada. Algo comprensible, por otra parte, pues en muchos casos se enfrentaba contra chicos tres años mayor que él.Esta temporada 2004-2005 podría ser, sin embargo, en la que Milan Macvan se diera a conocer internacionalmente.

De momento, en Santa Coloma de Gramenet ya pudieron comprobar su poderío e intimidación, y durante este año tendrá la oportunidad de doblar con cadete y júnior, e incluso de poder jugar algún minuto con el filial del KK Reflex Zeleznik. Y quién sabe si a final de temporada lo vemos compartiendo banquillo ya con Nemanja Aleksandrov, que parece que vivirá su último año en Europa antes de su marcha a la NBA. De la misma manera que Aleksandrov asombró al mundo del baloncesto en el Europeo Cadete de Rivas de 2003, Macvan tendrá la oportunidad de hacerlo en el Europeo del próximo año, donde con seguridad sí será convocado. De momento, en Zeleznik disfrutarán durante toda una temporada de dos de las mejores promesas europeas.

    Acerca de Juan Carlos Cebrián

    Licenciado en Periodismo nacido el 18 de mayo de 1977. Actualmente es director general de Regeneracom, una consultoría de marketing y comunicación con un área de Representación de Deportistas.